Quitar el hielo del parabrisas se va a convertir en parte de nuestra rutina diaria con la llegada del invierno, y probablemente no desaparezca hasta bien entrado febrero en el caso de los más madrugadores.
El hielo se forma en el parabrisas alrededor de los 0 grados centígrados. Aunque temperaturas tan bajas no sean comunes en España, sí que estamos acostumbrados a despertarnos para ir al trabajo y encontrarnos todas las lunas de nuestros coches completamente heladas. Esto se debe a que durante la noche y la madrugada las temperaturas sí que se sitúan por debajo de las dos cifras. El rocío no facilita las cosas, y puede crear una capa de hielo difícil de retirar.
En este post te explicamos cómo quitar el hielo del parabrisas y el resto de lunas de nuestro coche minimizando el riesgo de rayarlo o de provocar daños.
Hay tres formas de quitar el hielo del parabrisas
Existen tres maneras de que el hielo no suponga un riesgo para la visibilidad de nuestros cristales. Son tres formas distintas de quitarlo en función del tiempo del que dispongamos y la tecnología que incorpore nuestro vehículo.
Cristales térmicos
Los últimos modelos de cristales para el coche incluyen tecnología que les permite calentarse para desempañarse y derretir el hielo. Se conocen como cristales térmicos y son la opción más segura y cómoda para quitar el hielo sin dañarlo.
El tiempo de descongelación variará del grosor del hielo y la temperatura, pero no dependeremos de líquidos, rascadores y otros elementos externos.
Líquidos para el hielo de los cristales
Existen distintas soluciones en el mercado que nos permitirán quitar el hielo del parabrisas de forma rápida y sin necesidad de rascarlo.
- Líquido para quitar el hielo, que producen una reacción química que acelera el proceso de deshelar las lunas. Como alternativa, podemos preparar nuestro propio líquido para el hielo del parabrisas mezclando dos partes de alcohol y una de agua en un spray que aplicaremos directamente para quitar el hielo.
- También existen líquidos para evitar que se congele el parabrisas. En este caso, se trata de de un producto que aplicamos el día anterior para evitar que se forme una helada que se adhiera a lo largo de la noche cuando la temperatura es más baja.
Si todo lo demás falla
Si no nos queda más remedio, tendremos que recurrir a rascar el hielo. Al tratarse de un objeto que aplica fuerza, corremos el riesgo de dañar los cristales. Sin embargo, no sería algo común. Como ya te explicamos, tanto las lunas como el parabrisas de los coches están fabricadas con materiales muy resistentes.
Aunque si queremos cuidar de nuestras lunas al quitar el hielo rascándolo, recomendamos seguir estos pasos:
- Arrancamos el coche y encendemos la calefacción. No importa que al principio la temperatura sea baja, de esa forma evitamos los cambios bruscos.
- Con la calefacción encendida, podemos empezar a quitar el hielo del parabrisas y el resto de lunas. Para ello, utilizaremos una rascador de plástico. Es muy importante elegir una específica para esta tarea y que el material no sea muy agresivo porque si no nos exponemos a rayar los cristales.
- Una vez hemos quitado el hielo con ayuda de la rascador y la calefacción, podemos comprobar si las escobillas del limpiaparabrisas no están bloqueadas por el hielo. Si no es así, podemos activarlas. Además, podemos combinarlo con un líquido limpiaparabrisas anticongelante.
Lo que no deberías hacer para deshelar las lunas del coche
No siempre disponemos del tiempo suficiente para quitar el hielo de nuestro parabrisas, pero es un trámite que forma parte del cambio de estación. Sin embargo, recurrir a estas soluciones solo empeorará la situación y nos retrasará todavía más:
El agua caliente no funciona para retirar el hielo de los cristales. Puede ser la solución más lógica, pero será algo temporal. Con el parabrisas mojado, corremos el riesgo de que vuelva a formarse una capa de hielo mientras conducimos que nos impida totalmente la visibilidad.
No actives el limpiaparabrisas. Del mismo modo que con el agua caliente, mojar el cristal solo hará que se forme una capa de hielo más gruesa y forzar las escobillas puede hacer que se estropeen.
