¿Cuándo cambiar las escobillas del coche? Es una pregunta que muchos nos hacemos. Si bien os comentábamos que los expertos recomiendan un cambio de escobillas limpiaparabrisas anual, en su estado y desgaste influyen varios factores externos que pueden obligarnos a cambiarlas antes.
Aunque hay factores determinantes que no podemos evitar según dónde vivamos, como el frío o el calor extremos, sí que podemos llevar a cabo pequeñas acciones de mantenimiento que alarguen la vida útil de las escobillas.
Existen varias fases por las que pasa una escobilla limpiaparabrisas desde que su funcionamiento es correcto y se encuentra en buen estado hasta que, si lo alargamos demasiado, puedan comprometer nuestra seguridad.
¿Cómo sé cuándo es el momento de cambiar las escobillas limpiaparabrisas?
Normalmente notamos cuando debemos cambiar las escobillas mucho antes de que se conviertan en un problema.
La parte más frágil de la escobilla es la goma, y es lo primero que se deteriorará.
Ruidos y chirridos
La primera señal que nos indica que es la hora de cambiar las escobillas limpiaparabrisas son esos pequeños silbidos causados por la fricción y el movimiento.
Esto no significa necesariamente que estén dañando o rayando el parabrisas, sino que se producen porque la goma de la escobilla ha perdido su flexibilidad y se ha endurecido.
Zonas sin contacto
Cuando la goma de la escobilla se vuelve dura, también es posible que se salga de las guías o pierda la forma. Al endurecerse, no se adaptará del todo al cristal. Lo notaremos, además de por el ruido, porque creará algunas líneas en las que no hace contacto con el parabrisas.
En ese momento las escobillas limpiaparabrisas empiezan a comprometer nuestra visibilidad y corremos el riesgo de crear puntos muertos de visión en situaciones en las que los limpiaparabrisas estén a pleno rendimiento.
Estrías
Otra señal que te indicará cuándo cambiar las escobillas del parabrisas son las estrías. En ocasiones estas pueden producirse porque la goma está sucia, pero si no es así, el hecho de dejar líneas, rastros o estrías es señal de que no se encuentran en buen estado y de que debemos cambiarlas por unas nuevas.
Otras señales de deterioro de las escobillas limpiaparabrisas
Además de todos los casos anteriores, puede darse la situación de que el brazo de la escobilla parabrisas se encuentre en mal estado, tenga algún desvío y no permita que la escobilla se adhiera bien al cristal. En todo caso, si lo que falla es el mecanismo de los limpiaparabrisas, cambiarlo también es posible y sería una medida urgente por la seguridad en la carretera.
Consejos de mantenimiento
Si seguimos buenas prácticas y cuidamos nuestro coche, es posible que alarguemos el recambio de escobillas limpiaparabrisas durante un tiempo. Existen una serie de medidas que podemos tomar para retrasar su deterioro.
Cuidado con las temperaturas extremas
Una de las principales causas de endurecimiento y deterioro de la goma de las escobillas es la temperatura. Sobre todo en verano y en invierno, cuando hace demasiado frío o calor y aparcamos el coche a la intemperie, el contraste puede afectar a la vida útil de las escobillas.
Lo mismo sucede en otras situaciones como cuando dejamos el parabrisas descubierto por las noches y queda expuesto a temperaturas muy bajas o heladas. Del mismo modo, aparcar bajo el sol directo también tendrá un impacto negativo en la vida útil de las goma.
Las escobillas limpiaparabrisas pueden hidratarse
Para evitar que aparezcan pequeñas rajas o se endurezcan, podemos hidratar las escobillas con productos adecuados para que mantengan la flexibilidad el mayor tiempo posible.
El depósito de líquido limpiaparabrisas también es importante
Algunas veces utilizamos las escobillas limpiaparabrisas en seco, o se nos ha acabado el líquido del depósito y no lo llenamos. También puede que estemos añadiendo jabones que no son recomendables para este uso con el parabrisas. Si maltratamos la goma, se desgastará mucho más rápido y tendremos que hacer el cambio de escobillas antes.
Pónselo fácil con un tratamiento antilluvia
Si hacemos que nuestro parabrisas sea menos adherente también lograremos que las escobillas trabajen menos y alargaremos su vida útil.
El tratamiento antilluvia consiste en aplicar una capa impermeable que hará que la superficie del cristal sea menos adherente para gotas de agua y sólidos como polvo o insectos.
Un tratamiento antilluvia dura aproximadamente 6 meses y te permitirá pasar las estaciones de temperaturas más extremas sin depender únicamente de las escobillas. El desgaste será menor y la experiencia de conducción, mucho más cómoda.
¿Pueden las escobillas dañar el cristal del parabrisas?
Si tardamos demasiado tiempo en cambiar las escobillas limpiaparabrisas corremos el riesgo de perder visibilidad en las situaciones más difíciles con mucha lluvia o polvo, por ejemplo. Es recomendable minimizar el riesgo y seguir la recomendación de revisar al menos anualmente las escobillas limpiaparabrisas.
Sin embargo, ¿pueden dañar el cristal si son viejas o se encuentran en mal estado? En principio, no. Las dos situaciones más comunes en las que una escobilla podría rayar el parabrisas son si algo duro quedase atrapado entre ellas o si el brazo de metal en las que se montan llegase a hacer fricción con el vidrio. Ambas situaciones son fáciles de prevenir con el mantenimiento adecuado.
El parabrisas está compuesto por un cristal con un tratamiento especial diseñado para soportar golpes y ser nuestra capa de protección frontal en el vehículo. Unas escobillas cuidadas no dañarían el parabrisas.
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